Los reyes católicos, disgustados por la alegación del Rey de Portugal de que las islas descubiertas por Colón, en su primer viaje, estaban dentro del área portuguesa delimitada en el tratado Alcaçovas-Toledo, se apuraron en formar una nueva flota, mucho más numerosa, con 12 carabelas y 1 500 hombres, con el objetivo de dejar establecidas las primeras colonias castellanas y con misioneros que extendieran la fe de Cristo. Todo ello para evitar la invasión de las fuerzas portuguesas en este territorio. Este segundo viaje parte del Puerto de Cádiz, el 23 de septiembre de 1493; en abril explora el sur de Cuba y hace jurar a los marineros que tenían que decir que estaban en presencia de un “continente”.
Los reyes católicos nunca sospecharon cómo los reyes portugueses tenían todos estos datos, estas coordenadas y podían saber, incluso, la ruta que había establecido Colón. El 11 de marzo de 1496, Colón regresa nuevamente a Castela, Portugal, antes de llegar a España con la Niña y la Pinta cubiertas de oro; llegan luego a Cádiz, el 11 de Junio, este viaje fue totalmente secreto. El tercer viaje tuvo para Cuba una significación especial en el ámbito religioso, pues sale del último pueblo antes de desembocar el Río Guadalquivir al mar, bajando desde Sevilla, conocido como Sanlúcar de Barrameda, donde alistan 200 marineros que no solo eran de ese pueblo, sino también de los pueblos cercanos, entre ellos Chipiona, a tan solo 7 km. Estos marinos llevaban con ellos sus vírgenes patronas de sus pueblos, que en el caso de Sanlúcar de Barrameda es La virgen de La Caridad, la misma Caridad que es hoy la Virgen Patrona de Cuba, conocida por los cubanos como la Caridad del Cobre, nombre del lugar por donde la tradición dice que apareció en La Isla de Cuba, pero todos sabemos que fue llevada por los marineros de este tercer viaje. Lo mismo sucedió con los marinos de Chipiona, quienes llevaron consigo la Virgen de Regla (la virgen negra), que con el tiempo se convirtió en la Virgen Patrona de la Ciudad de La Habana, y casualmente, según la leyenda, dice que apareció en la bahía de esta capital, lugar frecuentado por los marinos, que también replicaron tabernas de sus pueblos natales en aquellas lejanas tierras del Caribe.
En Sanlúcar, Colón conoció al Duque de Medina Sidonia, quien tenía linaje real y ascendencia con los reyes católicos, motivo por el cual en el Castillo que hoy aun existe, se almacenan grandes cantidades de documentos inéditos de la conquista de América. En este pueblo se concentra, una gran cantidad de objetos, muebles de maderas confeccionados con maderas preciosas cubanas que se traían como lastres en las carabelas que regresaban desde la Isla. Colón logra convencer a los reyes de España de la necesidad de un cuarto viaje, para establecer una ruta más directa entre España y Las Indias, logrando que así fuese. Pero esta travesía estuvo plagada de tempestades, enfermedades abordo, levantamientos entre los tripulantes, muchos de los marineros llegaron a desertar para evitar sufrimiento, también hubo mucha falta de entendimiento y problemas con los nativos de la hispaniola y sus Gobernadores.
Comienzan a llegar a la corte española comentarios de estos hechos y deciden enviar a Francisco de Bobadilla, con plenos poderes para resolver la situación, sustituyendo así a Cristóbal Colón y su hermano. Son apresados y enviados a España en octubre de 1500, cumpliendo cárcel en Cádiz, hasta el 17 de diciembre, cuando les conceden la libertad y son enviados a Granada, donde son rehabilitados.
El último viaje de Colón fue el peor de todos, aunque se hizo acompañar por su hijo menor, Hernando Colón, durante el mismo desvió la travesía para ayudar a un grupo de marineros portugueses que estaban en apuros, quienes les agradecieron su gesto. Luego continuó su camino que tenía como propósito buscar un pasaje marítimo para llegar a Las Indias lo más directo posible. Solo que las tempestades también hicieron de las suyas, más las enfermedades que pusieron al borde de la muerte hasta a sus hombres más cercanos. Los mares lo llevaron a Cuba, donde naufragaron en sus orillas, después de 1 año y 5 días, pudieron salir de Jamaica al viejo continente. Lo más curioso de todo esto es que los en cuatro viajes, siempre en su regreso entró primero a tierras portuguesas, el presunto enemigo del Reino al cual respondía, asunto este que deja claro su verdadera filiación y origen.
(continuará…)
Erasmo Lopez
*Máster en Ciencias
